Muchos cambios ha sufrido este grupo de pequeños e incansables
luchadores. Unos dejaron el equipo, otros se incorporaron a él con toda la
ilusión del mundo. Los que ya estábamos, afrontamos el año llenos de ilusión,
ilusión que permanece intacta, tras ver que el grupo va poco a poco cuajándose
y mejorando en muchos aspectos.
La incorporación de nuevos entrenadores,
Ferran y Alejandro, así como la asimilación de nuevos conceptos está siendo un
proceso lento, pero bajo mi humilde punto de vista, satisfactorio y positivo en
muchísimos aspectos.
Los chicos están metidos de lleno en un
proceso de aprendizaje, a la vez que están encuadrados en un duro y difícil
grupo de competición. El A1 no te permite respiro alguno, ni margen de error,
pues estos se pagan caros. Aceptando esto como normal, es decir, que los chicos
y chicas del equipo están en un momento de aprendizaje, donde el resultado es
lo menos importante, poco a poco están formando un grupo sólido, que será capaz
de competir en este tipo de grupos complicados, y capaces de afrontar las
dificultades que todos los rivales les van a poner en cada partido.
Ha habido pocos momentos de alegría en lo
futbolístico, pero los que ha habido han valido la pena vivirlos con ellos.
Este pasado sábado, los chicos de rojo
empezaban de nuevo. Segunda vuela. El rival nos puso las cosas muy complicadas
en Llombai en el primer partido. Los nuestros, con ganas de reivindicarse ante
un equipo de los de "su liga", afrontaron el partido como una final. Salieron
al campo concentrados, animándose unos a otros y con un ensordecedor
"grito de guerra", hicieron que el rival les mirase, les
observara.
Pronto se vio las ganas que nuestros
chicos tenían de dar un golpe encima de la mesa, y casi en la primera jugada de
ataque, una bonita combinación hizo que Diego diese un pase en profundidad a
Pablo, para que de forma inapelable, batiese al cancerbero local con un tiro
ajustado a la escuadra de la portería.
La presión de los nuestros era buena, todo
el equipo basculaba al unísono, sin dejar espacios al equipo de la Vall, y
saliendo como una exhalación en pos del gol de la tranquilidad. Este llego de
las botas de Jabir.
Con el marcador favorable, y con la
actitud luchadora de los nuestros, el encuentro estaba más cerca del 0-3 que de
encajar algún gol. Este llego tras una bonita jugada, culminada con un centro
que el defensa del equipo local en su esfuerzo por despejar, acaba metiéndose
en su propia puerta.
Esta vez, se veía al equipo con solidez
detrás, sin dudas en los despejes y jugando el balón con criterio cuando tuvo
que hacerlo. El centro del campo estuvo claro con el balón en los pies, sin
complicaciones, y haciendo un futbol fácil, de ese que es difícil de hacer.
Cuando el balón era del rival, luchadores, con garra y a la vez con orden, con
ayudas en todas las líneas, juntitos.
Delante, que es por donde se empieza a
defender, los delanteros ayudaban y presionaban la salida del balón.
En definitiva, se vio un Benjamín A
concentrado, ordenado, luchador y con las ideas claras.
En la segunda mitad, muchas alternativas y
llegadas de ambos equipos, con grandes intervenciones de nuestro guardameta,
ayudados por la gran presión del equipo, que hacía que los locales llegasen sin
la claridad suficiente para definir bien. Los nuestros tuvieron varias
ocasiones también para ampliar la renta, pero unas veces el palo, durísimo trallazo
de Diego con su zurda de oro, otras el guardameta,
y otras la falta de acierto en la decisión final, hicieron que el resultado
final fuese el de 0-3.
Si se me permite opinar, vi al equipo muy
ordenado, muy disciplinado, y muy seguro. Muestra de ello es el tramo final del
encuentro, donde, sabedores de que la victoria no se les escapaba, acabaron el
choque como si esa victoria fuese lo normal, como esos equipos acostumbrados a
ganar.
Fin del encuentro, saludos entre los dos
equipos, y una reconfortante ducha.
Dar la enhorabuena a los chicos,
familiares, cuerpo técnico por no cejar en el empeño, por pasarlo bien haciendo
el deporte que les gusta a nuestros hijos, por aprender y poco a poco ir
entrando en una dinámica más competitiva y más exigente con ellos mismos.
Todo llega, el saber esperar nuestro
momento les va a dar muchas alegrías.
VAMOS BENJAMIN A
.